En toda familia hay una o varias ovejas negras. En nuestro caso eran de
Shetland. Mi tío abuelo
Thomas, hermano del inspirador de
Mountolive, con todo su glamour y toda su diplomacia, se cansó de ser
"el menos": El menos listo, el menos guapo, el menos elegante…Se cansó también de los colegios suizos y del peregrinaje por todas las delegaciones diplomáticas del mundo. Así es que un buen día se fue a
Londres y compró un Taxi. Un práctico
Austin FX 4; el perfecto anfitrión de los viajeros urbanos: amplio, íntimo, cómodo. El paradigma de todos los taxis.
Una mañana, hace mucho tiempo, mi padre dio con el paradero de su tío; descubrió el número de licencia y solicitó su taxi desde la recepción del
Savoy. Se hizo pasar por un caprichoso turista que deseaba ver el cambio de guardia desde la intimidad del vehículo y, así, pudo conversar con él sin ser reconocido. Tío
Thomas era la encarnación del taxista ingles flemático y caballero. Había sido educado para tratar con el gran mundo, pero él había preferido el mundo en general, mientras más amplio mejor.